Wednesday, November 30, 2011

Soy Nepomuceno Moreno


Vox Populi │ Comentario
Por Aurelia Fierros

Así se le acercaba Nepomuceno Moreno -repentinamente y brincándose al Estado Mayor Presidencial- a Felipe Calderón, cuando visitó Hermosillo recientemente. Se me estremece el corazón (físicamente, no miento) al escuchar estas palabras, en otras bocas, sabiendo que ni Padrés, ni Calderón hicieron nada por este hombre, hoy muerto. En él, veo a mi padre, a otros sonorenses y a todos los mexicanos, cuando al grito de auxilio, sólo responde la simulación y el cinismo. Esta vez, la ignominia tocó mi cuna, mi casa. ¿Hasta cuándo?


Sunday, October 16, 2011

The Power of Words

So powerful, it leaves you speechless...

Saturday, October 8, 2011

Mexicanos indignados por Rápido y Furioso, Receptor Abierto

Vox Populi │ Columna
Por Aurelia Fierros


 
En México, políticos, periodistas y el público general reaccionaron con indignación después de enterarse esta semana que la Operación Rápido y Furioso -programa federal de los Estados Unidos que permitió la introducción ilegal de más de 2,000 armas de tipo militar a ese país entre 2009 y 2010-, no es sino el remedo de un operativo anterior, igualmente secreto e ilegal llamado Receptor Abierto, el cual se ejecutó entre 2006 y 2007.

Más de 40,000 personas han muerto en México desde que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra a los cárteles de la droga en diciembre de 2006, mismo año de la puesta en marcha de Receptor  Abierto, que oficialmente y de manera conservadora habría permitido “caminar” unas 500 armas de fuego a través de la frontera sur de EE.UU. y llegar a las manos del crimen organizado.

El jueves, el Senado mexicano exigió al presidente Felipe Calderón protestar formalmente ante el gobierno de los Estados Unidos y denunció púbicamente las operaciones Rápido y Furioso y Receptor Abierto. El presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Senado de la Republica, Felipe González, dijo que iniciará una moción  contra las operaciones secretas de agentes federales de EE.UU. en suelo mexicano.  

Un editorial en el diario "La Jornada" se refirió a los dos programas de ‘rastreo’ en el tráfico de armas, cuestionando si Estados Unidos es "aliado o enemigo" de México.

"Mientras el gobierno de George Bush negociaba y firmaba con el de Calderón la Iniciativa Mérida –acuerdo de asistencia bilateral por el cual Washington se comprometió a orientar, asesorar y equipar a las autoridades mexicanas–, desde una oficina pública de Washington se alimentaba la capacidad de fuego de las organizaciones delictivas al sur del río Bravo,” escribió el diario de tendencia izquierdista.   

El gobierno de Calderón ha protestado firmemente contra este tipo de operativos y sostiene insistentemente que el 80 por ciento de las armas incautadas a los grupos criminales mexicanos tienen punto de origen en los EE.UU. Aún
más, la procuradora general de México, Marisela Morales dijo que la Operación Rápido y Furioso "es un ataque a la seguridad de los mexicanos."

Morales dijo a la prensa mexicana hace una semana -en ese momento, aún sin conocimiento del operativo adicional de ‘control’ de armas de los Estados Unidos- que había exigido una explicación exhaustiva al gobierno de Obama, y también confirmó que al menos 200 asesinatos han ocurrido en México como resultado de la Operación Rápido y Furioso.

De regreso a los EE.UU., mientras que republicanos de la Cámara Baja están llamando a la formación de un consejo especial para averiguar si el Procurador General, Eric Holder, cometió perjurio durante su testimonio ante el Comité Judicial de la Cámara sobre el controvertido programa, el presidente Barack Obama expresó su "plena confianza" en él.

"Él [Holder] ha sido muy agresivo en la persecución de las operaciones de tráfico de armas y dinero en efectivo, que han estado fluyendo hacia estos cárteles transnacionales", dijo Obama durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el jueves.  

Sin embargo, los legisladores insisten en encontrar lo que Holder sabía y en qué momento se enteró de ello. En el mes de mayo, el procurador testificó bajo juramento: "No estoy seguro de la fecha exacta, pero probablemente escuché acerca de Rápido y Furioso por primera vez, en las últimas semanas."

El Representante Raúl Labrador, un republicano de Idaho, pidió la renuncia de Holder después de que unos documentos relacionados con Rápido y Furioso se publicaran esta semana, y mostraran que el funcionario había sido oportunamente informado del operativo, a través de por lo menos cinco memorándums,  a partir de julio de 2010.

"Tuve cuidado de no llegar a ninguna conclusión sobre el grado de participación del Sr. Holder. Sin embargo, los documentos recientemente publicados que le vinculan directamente con Rápido y Furioso, me han convencido de que, o está mintiendo, o es extremadamente incompetente ", dijo Labrador en un comunicado.

Rápido y Furioso, a cargo de la Oficina de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF), permitió la compra ilegal de más de 2,000 armas de fuego -incluyendo rifles de calibre .50  para francotirador- muchas de las cuales fueron introducidas ilegalmente a México con la presunta intención de seguirles la pista y localizar a los principales capos mexicanos. Sin embargo, la estrategia prevista para el rastreo del armamento nunca se ejecutó. Algunas armas fueron encontradas más tarde luego de asesinatos de policías y civiles en México; y en los EE.UU., en dos distintas escenas del crimen ocurridas en marzo y diciembre de 2010. En este último incidente, dos armas traficadas bajo Rápido y Furioso fueron halladas al sur de Tucson, en el lugar donde el agente de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. Brian Terry fue muerto a tiros. Hasta el momento, no se han revelado más detalles sobre Receptor Abierto, también implementado por la ATF.

La semana pasada, el gobernador de Texas Rick Perry, actualmente en la carrera por la nominación republicana a la presidencia, dijo en un evento de campaña en Nueva Hampshire que de ganar la elección, consideraría el despliegue de tropas estadounidenses en México, para ayudar a combatir a los cárteles. "Es muy importante para nosotros trabajar con ellos para evitar que se conviertan en un  país fallido", explicó.

La propuesta de Perry fue rechazada de inmediato. "Tener botas de EE.UU. en territorio mexicano, no está en la agenda", dijo Arturo Sarukhan, embajador de México en los Estados Unidos.

En términos generales, la población mexicana percibe la alta demanda de drogas ilícitas por parte de los  EE.UU., y el tráfico ilegal de armas, como las principales causas del incesante derramamiento de sangre y la creciente brutalidad en su frontera norte y áreas especificas de su territorio nacional.  



Mexicans Irate About Fast and Furious, Wide Receiver

The Aurelia Fierros' Report │ Column


Mexican politicians, analysts and the general public are irate after learning this week that Operation Fast and Furious, the US federal program that allowed more than 2,000 military-style weapons to flow illegally into Mexico between 2009 and 2010, happens to be copycat of a previous undercover and similarly illicit sting called Wide Receiver, an operation ran between 2006 and 2007.

More than 40,000 people have been killed in Mexico since President Felipe Calderon declared war on drug cartels on December 2006, same year of the launching of Operation Wide Receiver, which officially –and conservatively speaking- allowed some 500 fire-arms to “walk” across the border and get to the hands of organized crime.

The Mexican Senate demanded President Felipe Calderon to protest before the United States government and complained about both the Fast and Furious and Wide Receiver operations, Thursday. The president of the Senate’s public safety committee, Felipe Gonzalez, said that he will protest against US federal agents running secret operations in Mexican soil.  

An editorial in the daily “La Jornada” regarding the two gunrunning programs, questioned whether the US is an "ally or enemy" of Mexico.

“While the Bush administration negotiated and signed the Merida Initiative -agreement of bilateral assistance through which Washington made a commitment to guide, counsel and equip Mexican authorities; the artillery’s capabilities of delinquent organizations south of the Rio Bravo were being fed from an office in Washington,” wrote the left-leaning newspaper. 

The Calderon administration has firmly protested against the cited stings and has consistently affirmed that 80 percent of the weapons seized to Mexican criminal groups have been traced back to the US. Furthermore, Mexico’s attorney general Marisela Morales called Operation Fast and Furious “an attack on Mexicans’ security.”

Morales told the Mexican press over a week ago -at that time, unaware of the additional U.S. gunrunning probe- she had demanded a full explanation from the United States government, and also confirmed that at least 200 murders have occurred in Mexico as a result of Operation Fast and Furious.  

Back in the US, while House Republicans are calling for a special counsel to find out if Attorney General Eric Holder perjured himself during his testimony to the House Judiciary Committee on the controversial program, President Barack Obama voiced “complete confidence" in him.

"He [Holder] has been very aggressive in going after gunrunning and cash transactions that have been going to these transnational drug cartels," Obama said during a White House press conference, Thursday.

Still, the House legislators insist in finding out what Holder knew and when he learned about it. In the month of May, Holder testified under oath: "I'm not sure of the exact date, but I probably heard about Fast and Furious for the first time over the last few weeks."  

Rep. Raul Labrador, an Idaho Republican, called on Holder to resign after “Fast and Furious” documents were released showing he had been timely informed, through at least five memos beginning July 2010.

“I was careful to not jump to any conclusions about the extent of Mr. Holder’s involvement. However, the recently published documents that directly link Mr. Holder to Fast and Furious have convinced me that he is either lying or grossly incompetent,” Labrador said in a release.

Fast and Furious, run by the United States Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (ATF,) between 2009 and 2010, allowed the illegal purchase of more than 2,000 weapons -including .50-caliber sniper rifles- many of which were smuggled to Mexico with the alleged intention to track them down and locate Mexican drug lords. The intended strategy on tracing the devices was never executed.
Some later were traced to murders of police and civilians in Mexico and in the US in two separate crime scenes in March, and December 2010. In this last incident, two Operation Fast and Furious weapons were found at the site where US Border Patrol Agent Brian Terry was shot and killed, south of Tucson. No more details about Wide Receiver –also ran by ATF- have been released as yet.

Last week, Texas Governor Rick Perry, currently running for the Republican presidential nomination, said at a town hall in New Hampshire that he would consider deploying American troops to Mexico to help fight the cartels. “It is very important for us to work with them to keep that country from failing,” he explained.

Perry’s suggestion came under fire immediately. “US boots on the ground in Mexico is not in the books,” said Arturo Sarukhan, Mexico’s ambassador to the United States.  

Generally speaking, the Mexican population perceives the US high demand for illicit drugs and the illegal traffic of weapons, as the main reasons for the bloodshed and increasing brutality south of the border. 



Thursday, August 18, 2011

Mexico: subdued by the U.S.


 The Aurelia Fierros' Report │ Column


HERMOSILLO, Sonora. - The lingering effects of the U.S. recession –worsened by the turmoil in the global financial markets- have had a visible negative impact here in Mexico. Although not necessarily more critical than those caused by the relentless violence that, like poverty, is affecting millions from the southern to the northern border. 

There is already a complex mixture of components shaping the domestic landscape at the time that the United States debuts ambassador to Mexico, that information about the existence of two secret U.S. intelligence bases on Mexican territory is disclosed, and that both sides of the border are preparing presidential campaigns: a succession of possible partisan alternation for Los Pinos, and an ambitioned reelection to the White House.

The scenario for Mexico (and its 52 million poor) further worsens due to the juncture that sets the country between its huge trade dependence, and the political allegiance that –whether admitted or not- it renders to the United States. 

In this context, the newly appointed ambassador to Mexico Earl Anthony Wayne (a career diplomat whose track-record includes serving as second in command of the U.S. Embassy in Kabul, Afghanistan, as well as experience in two areas presumably valuable to  Mexicans: economic development and counter terrorism;) should beyond simulation, contribute to redefine the priorities of the bilateral agenda.

There is also added tension because Uncle Sam has concluded that the monetary support granted to the Merida Initiative and other resources provided for the war on drugs, have not produced the expected outcome. But there has been a strategy change that counts with the Mexican government's acquiescence.

According to The New York Times,
the U.S. is “sending new C.I.A. operatives and retired military personnel to the country and considering plans to deploy private security contractors in hopes of turning around a multibillion-dollar effort that so far has shown few results.”

Moreover, the Times revealed the existence of a secret base "north of the country" where U.S. agents allegedly collect and receive information from Mexican agencies, while engaged in operational planning and making efforts "
to get around Mexican laws that prohibit foreign military and police from operating on its soil, and to prevent advanced American surveillance technology from falling under the control of Mexican security agencies with long histories of corruption.”

La Jornada reported that senior Mexican officials are functioning as informants to service agencies in the United States. They point directly to the Attorney General's Office, Marisela Morales, and the head of the Ministry of Public Security, Genaro Garcia Luna.

The daily also cites the existence of another “fusion intelligence center” located on Paseo de la Reforma 225 (Mexico City) and claims espionage practices in the country are the result of a pact between the leaders of the two countries.

"Felipe Calderon and Barack Obama agreed to the complex technical and institutional framework for espionage, more than 18 months ago," says the newspaper on its August 11 edition.


Journalist Rafael Cardona raised the issue in La Cronica de Hoy:


"But instead of wrapping ourselves in the flag, we should thank the Mexican government for bringing us to a condition of dependence and intrusion, typical of military occupation in  countries like Iraq and Afghanistan, as referred to by the NYT, coincidentally just days after a visit of support to the drug war by Juan Manuel Santos, Colombia's president, who told members of the Mexican Council of International Affairs that U.S. military bases in his country, as part of Plan Colombia, are a myth.

And perhaps Santos told the truth: there are no military bases in Colombia or Mexico, there are national bases which house the U.S. military agents. It is cheaper,
and less evident."

Then Cardona writes: "The building (located over Reforma in Mexico City) hosts the headquarters of the agents of the Pentagon, the Central Intelligence Agency (CIA), the Federal Bureau of Investigation (FBI), representatives of the Departments of Justice, Homeland Security and the Treasury and even the Alcohol, Tobacco and Firearms (ATF,) whose most significant contribution to the gringo-Mexican good relations was the beautiful operation "Fast and Furious" after which the Mexican government was incapable to issue a formal protest."


If for one part Mexico is "Ground Zero" of the antinarcotics battle -with everything that it implies- on the other, the public opinion increasingly acknowledges that the drug war ownership is not only Mexico’s: but is the United States’ and for the United States. That is why it is executed under their strategies and their own timelines.

But the timeline of politics is not the people timeline. While Calderon takes care of concealing the impoverishment of Mexicans under his optimistic rhetoric, of denying the over flight of drones on the Mexican side, of picking up the dead bodies for the remaining of his term and packing his bags; Obama does his thing in regards of his own poor, whose quantity is about 43.6 million (one in seven people or 14.3 percent,) is dedicated to minimize the problems shared with Mexico, to observe from the pulpit his beaten economy and to mend its image of weakened leadership in preparation for his attempt to be reelected.


So, Washington does not contemplate nor will attempt to cut the drugs supply intended for its homeland market (in the most recent figure -conservatively- over twenty million consumers,) because like Calderon, has no real strategy for doing so: even with all the technology, resources and intelligence owned. The reason is simple: it is not their priority and it’s not on their interest.
 

In this bilateral relationship both the trade partnership and the alleged alliance in the fight against drug trafficking, are market matters. Matters of supply and demand.

Drugs, weapons and human beings will continue to be sold.  Mexico is flagrantly subdued by the United States. Under their own terms and by their own timelines.


México: sometido a EE.UU.

Vox Populi │ Columna
Por Aurelia Fierros

HERMOSILLO, Sonora.- La prolongada recesión económica estadounidense --agravada por la turbulencia financiera de los mercados internacionales- ha tenido efectos visiblemente negativos acá en México. Aunque no de mayor gravedad que los provocados por la incesante violencia que, al igual que la pobreza, afecta a millones. De la frontera sur a la frontera norte.


Compleja mezcla de componentes del panorama interno al momento que los Estados Unidos estrena embajador en México, que se da a conocer la existencia de dos bases secretas de inteligencia estadounidense en territorio nacional, y se preparan campañas electorales presidenciales en ambos lados de la frontera: una sucesión de posible alternancia en Los Pinos y una pretendida reelección a la Casa Blanca.  

El escenario para México (y sus 52 millones de pobres) se recrudece aun más debido a la coyuntura que le sitúa entre su enorme dependencia comercial y la pleitesía política que –se admita o no- le rinde a los Estados Unidos.  

En este contexto, el recién designado embajador en México Earl Anthony Wayne (diplomático de carrera cuya trayectoria incluye su servicio como segundo en el mando de la embajada de EE.UU. en Kabul, Afganistán; y experiencia en dos temas que se presumen de utilidad para México: desarrollo económico y combate al terrorismo), debería  mas allá de la simulación, contribuir a la redefinición de las prioridades de la agenda bilateral.

El panorama es además tenso porque el Tío Sam ha concluido que el apoyo monetario de la Iniciativa Mérida y otros recursos otorgados para la lucha antinarcóticos, no han arrojado los resultados esperados. Ahora cambia su estrategia, en condescendencia del gobierno mexicano.

Según publicó recientemente The New York Times, “…el esfuerzo multimillonario (de EE.UU.) que hasta el momento ha dado muy pocos resultados”, es la causa de que agentes de la CIA, DEA y militares retirados del Pentágono (entre otros), estén operando activamente en suelo mexicano.

Aun más, el Times reveló la existencia de una base secreta al “norte del país” desde donde los agentes estadounidenses presuntamente recaban y reciben información de las agencias mexicanas, a la vez que participan en la planeación operativa y hacen esfuerzos “para evadir las leyes mexicanas que prohíben a fuerzas militares y policiales extranjeras,  operar en su suelo; y para prevenir que alta tecnología de vigilancia caiga bajo el control de agencias de seguridad mexicanas con una larga historia de corrupción”.

El diario La Jornada informó  que funcionarios mexicanos de alto rango están desarrollando funciones de informantes al servicio de agencias de los Estados Unidos. Señalan directamente a la procuradora general de la República, Marisela Morales, y al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

Este periódico cita además, la existencia de otro “centro de inteligencia estadunidense” localizado en Paseo de la Reforma 225 (del Distrito Federal) y afirma que las prácticas de espionaje en territorio mexicano son resultado de un pacto entre los lideres de los dos países.

“Felipe Calderón y Barack Obama pactaron el complejo entramado técnico e institucional para el espionaje desde hace más de 18 meses”, dice el matutino en su edición del 11 de agosto.

El periodista Rafael Cardona se refirió al tema en La Crónica de Hoy, así:

“Pero en lugar de enrollarnos en la bandera nacional, deberíamos agradecer al gobierno mexicano habernos llevado a una condición de dependencia e injerencia, propia de países en franca ocupación militar como Irak y Afganistán, según ha referido el mismo NYT, casualmente pocos días después de la visita de respaldo a la guerra del señor Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, quien dijo ante los integrantes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales que las bases militares de EU en su país como parte del Plan Colombia son un mito.

Y quizá Santos dijo la verdad: no hay bases militares en Colombia ni en México, hay bases nacionales donde se alojan los agentes militares estadunidenses. Es más barato y menos visible”.

Luego continúa Cardona, escribiendo: “El edificio (ubicado en la calle Reforma del D.F.) aloja el cuartel general de los agentes del Pentágono, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigación (FBI); los representantes del Departamentos de Justicia; de la Seguridad Interior y del Tesoro y hasta los de la ATF (Armas, Tabaco y Alcohol) cuya más significativa aportación a las buenas relaciones gabacho-mexicanas fue la bonita operación “Fast and Furios” por la cual el gobierno mexicano no fue capaz siquiera de expedir una protesta formal”.

Si bien México es la “Zona Cero” de la lucha antinarcóticos –con todo lo que ello implica-, la Vox Populi ya reconoce que la guerra contra el narco no es solo de México, sino de los Estados Unidos y para los Estados Unidos. Por eso, se ejecuta bajo sus estrategias y en sus propios tiempos.

Pero los tiempos políticos no son los tiempos ciudadanos. Mientras Calderón se ocupa de disimular la pauperización de los mexicanos con una retórica optimista, de negar el sobrevuelo de aviones no tripulados del lado mexicano, de levantar sus últimos muertos y de hacer las maletas; Obama hace lo suyo frente a sus propios pobres -que suman unos 43.6 millones (uno de cada siete habitantes ó el 14.3 por ciento), se dedica a minimizar los problemas que comparte con México, a observar desde el púlpito su abatida economía y a remendar su endeble imagen de liderazgo en preparación a su intento de reelegirse. 

Así pues, Washington no contempla ni intentará cortar el suministro de drogas destinado a su mercado nacional (que en la mas reciente cifra conservadoramente supera los veinte millones de consumidores),  porque al igual que Calderón, no tiene una verdadera estrategia para hacerlo: por más tecnología, recursos e inteligencia que posea. Simplemente, no está en su prioridad o interés.  

En esta relación bilateral, tanto la sociedad comercial como la presunta alianza para la lucha contra el narcotráfico, son asuntos de mercado. De oferta y demanda.  A la venta seguirán drogas, armas y seres humanos.  

México está flagrantemente sometido a los Estados Unidos. A sus términos y a sus tiempos.

Friday, May 20, 2011

La administración y el control del mensaje

Vox Populi │ Columna
Por Aurelia Fierros
Source: Boston Herlad.

Mientras los reporteros enfrentan una constante lucha por lograr mayor acceso al Presidente Barack Obama, la evidencia indica una obtención limitada de información oficial y significativos esfuerzos de la Casa Blanca por controlar el mensaje. Si bien en ese sentido no hay nada nuevo bajo el sol, lo preocupante es que este patrón otrora manejado extraoficialmente y con discreción, hoy se incorpora cada vez más a la política pública de la administración.  

Periodistas y observadores de medios acusan que Obama evita y evade preguntas sobre asuntos de interés nacional –incluyendo desde temas relativos a la escalada del precio de la gasolina,  hasta el operativo en que se eliminó a Osama Bin Laden-; y que el personal que lo rodea usa la  intimidación para impedir ser cuestionados.  

La Casa Blanca ha mostrado hipersensibilidad al trato adverso por parte de la prensa y en consecuencia, ha desarrollado una relación ríspida con ciertos medios que observan los asuntos públicos desde una perspectiva crítica y más allá de bases meramente ideológicas. 

El caso más reciente es el del periódico Boston Herald, cuyo acceso al presidente fue limitado   durante una visita a la ciudad sede de ese periódico, el 18 de mayo.

La polémica comenzó con un correo electrónico enviado por un asistente de la Casa Blanca  que se refería a la exclusión de la cobertura presidencial, de un reportero del Herald. El mensaje  argumentaba presunta parcialidad de ese diario por la aparición en primera plana de una pieza de Oposición Editorial (Op-Ed) escrita por Mitt Romney (ex gobernador de Massachusetts y potencial candidato presidencial republicano para 2012), el pasado 8 de marzo, mismo día en que Obama visitaba Boston para recaudar fondos.  

“Tiendo a considerar el grado en que los periódicos han demostrado una cobertura regular y justa de la Casa Blanca, cuando se trata de determinar a los reporteros locales que se integran al pool (presidencial)… Creo que (la columna invitada donde Romney criticaba a Obama) eleva una pregunta razonable sobre si el periódico es imparcial en su cobertura sobre las visitas del presidente”, dijo al Herald Matt Lehrich, un vocero de la Casa Blanca para la prensa, en respuesta a la petición del Herald por participar en la cobertura de esta semana.

Curiosamente, Romney ha ocupado en ese mismo medio, primeras planas con interrogantes sobre si su trayectoria política estaría acabada.       

Pero Lehrich también dijo que el Herlad no fue premeditadamente excluido en esta ocasión, ya que el pool de prensa local había sido seleccionado anticipadamente por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca y adelantó que dicho periódico todavía “podría” ser incluido en la cobertura de las actividades presidenciales futuras.

En respuesta, el editor del Boston Herald Joe Sciacca dijo que la intimidación no determina su línea editorial.

“Lucharemos siempre por un acceso justo a las visitas presidenciales y a otros sucesos importantes y no nos intimidarán en su intento de afectar nuestras decisiones noticiosas”.

Otros incidentes recientes incluyen la negativa de Obama a responder cuando recibe preguntas agresivas, y una advertencia de ‘congelamiento’ al grupo Hearst newspapers, luego de que una reportera del San Francisco Chronicle grabara con su teléfono celular a un  grupo que interrumpió al presidente en pleno discurso, durante un desayuno en un hotel de lujo de esa ciudad.

Irónicamente, hace exactamente un año, Obama firmaba la Ley de Libertad de Prensa (Press Freedom Act). Esta ley, que expande el reporte anual de derechos humanos del Departamento de Estado para que incluya la situación de las libertades de prensa de todos los  países del mundo, hoy por hoy, debería comenzar por aplicarse en casa.

Tuesday, April 26, 2011

De príncipes y plebeyas


Vox Populi │ Columna
Por Aurelia Fierros


Televisoras europeas y americanas, tabloides y los paparazzi alrededor del primer y del tercer mundo han iniciado el conteo regresivo hacia la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton.  La cobertura mediática de este viernes 29 de abril, estima lograr una audiencia global de unos 2 mil millones de personas.

Según reportes de prensa esta semana, en Nueva York, todo los relacionado con Kate, causa euforia. Las neoyorkinas piden su peinado ondulado a los estilistas; su  atuendo sobrio y a la vez elegante a los modistas, y una réplica del ya icónico anillo de zafiro, a los joyeros.  Se dice que la fiebre nupcial se apoderó de la "Gran Manzana", el epicentro de la moda en Estados Unidos. Aunque, a decir verdad, a nivel nacional, las reacciones han sido menos eufóricas.

Los efectos de la Boda Real en países como México --una nación cuya emancipación de la monarquía española hace 200 años resultó en procesos sociales que desde entonces se han venido agudizando y le azotan cada 100- son simplemente, sorprendentes. ¿Quién imaginaría --por ejemplo- que, con la ola de brutalidad y violencia que tiene azorado medio país, a una adolecente  le preocupe más asistir al ágape nupcial transoceánico, que la tragedia de los 36 mil muertos del presente sexenio o incluso que (ciertamente, lo siguiente suena cruel pero no por ello menos  verosímil), la posibilidad de ser baleada o decapitada por algún esbirro en el intento? 

Estibalis Georgina Chávez, de 19 años de edad y obsesionada con asistir a la boda, se declaró en huelga de hambre frente a la embajada británica en la Cd. de México en febrero pasado. Su protesta duró 16 días, pero su petición de ser patrocinada por la Corona Británica fue rechazada. Posteriormente, una asociación cívica mexicana se conmovió y le otorgó un préstamo para financiar su transporte, aunque el más reciente reporte es que no la dejaron entrar al Reino Unido por carecer de recursos con que costear su estadía.  Cosas veredes.  

Entre otros, la Boda Real ha generado también cuestionamientos sobre la utilidad de los sistemas monárquicos en pleno siglo XXI.  Detractores y defensores han avivado el debate.

Algunos le consideran un sistema anacrónico, insostenible y de carácter social y moralmente discriminatorio.

Uno de los argumentos de un grupo de británicos opositores a este sistema es que, utilizar los recursos de los contribuyentes para sustento de la familia real, no solo es incorrecto, sino un derroche y que, ‘heredar’ un monarca como jefe de Estado es incongruente con la idea de una democracia moderna.

Algunos le defienden arguyendo que en el caso de otros sistemas, un presidente o un primer ministro es también una especie de ‘monarca’, solo que electo mediante un proceso distinto. Argumentan que, pese a cualquier tesis, ningún sistema por democrático que se llame, es ‘gobernado’ por las masas; pues son las masas mismas quienes eligen quien los gobierne, otorgándole a tal instancia, un poder hegemónico que a final de cuentas, igualmente, recae en un solo individuo.

A decir de la Organización de las Naciones Unidas, el Reino Unido es una monarquía constitucional que junto con otras 40, se coloca entre los países más desarrollados, acaudalados y transparentes del mundo.  Aunque estas razones, no parecen convencer a sus opositores.     

Para el día de la boda, una buena porción de la población en Londres y en otras ciudades del Reino Unido planea fiestas callejeras durante la fecha ya declarada festiva, mientras grupos opositores planean protestas pacificas.

Un sondeo de opinión realizado por The Sunday Times encontró que un 48 por ciento de los británicos está complacido con el enlace mientras otro 48 se mostró indiferente. Un 18% piensa que la Reina debería pagar la mayoría de los gastos relacionados con el festejo y un 69% que el Príncipe Carlos debería hacerlo de su propio sueldo. Solo el 5% piensa que el financiamiento debería provenir de los contribuyentes.

El estudio realizado hace apenas una semana, también indica que un 35% de la población londinense piensa ver la ceremonia por televisión, a la vez que un número equivalente dijo que no la verá, bajo ninguna circunstancia.

Y mientras el debate continúa, la competencia mediática por los niveles de audiencia también prosigue con una guerra de promociones sobre el tiempo-aire o los desplegados y número de páginas que destinarán al suceso.

De este lado del océano, algunos sondeos de intención revelan datos contradictorios, pero la mayoría coinciden en que, en los Estados Unidos, el interés por ver la transmisión en vivo, es bajo. La Associated Press revela en la encuesta más reciente que sólo un 30 por ciento de la teleaudiencia estadounidense dijo estar ‘segura’ de que verá el acontecimiento en vivo.

No obstante, a algo deben atenerse las principales cadenas estadounidenses que han invertido miles de millones de dólares en esa transmisión --aunque asegurando primero la venta de publicidad con tarifas triple ‘A’.  Los medios más importantes han enviado desde ya a sus presentadores estelares.  Entre otros, Brian Williams de la NBC, la legendaria Barbara Walters y Diane Sawyer de ABC, Anderson Cooper y Piers Morgan de CNN.  

Muchas estaciones televisivas retransmitirán su material en ediciones especiales durante las 24 horas posteriores al ágape y durante todo el fin de semana, además de haber creado múltiples páginas de seguidores en sus propios portales y en las redes sociales, incluidos Facebook y Twitter.   A la euforia por la Boda Real se han unido restaurantes, bares y pubs alrededor del mundo que ofrecerán la transmisión del suceso en pantallas gigantes, invitando al consumo de bebidas alcohólicas y comida. 

Por ahora, el apabullante bombardeo mediático parece opacar la intención de un debate serio sobre la función, utilidad y futuro de las monarquías.  Así las cosas, es innegable que la suntuosidad de la Boda Real es, en sí misma, un gran espectáculo. Pero sobretodo, un negocio redondo.





Wednesday, March 23, 2011

El 23 de marzo

Vox Populi │ Columna
Por Aurelia Fierros


El 23 de marzo

De la teoría del ‘asesino solitario’ a la entereza de Diana Laura.  De la cultura del esfuerzo, a la desventura nacional.  De las cuatro fallidas comisiones de la verdad, a la impunidad de siempre.  Me llevó diez años regresar a Lomas Taurinas. 

Un atardecer de tinturas rojizas y una escena polvorienta en ese barrio alto de la fronteriza Tijuana son proscenio de la efigie del hijo predilecto de Magdalena de Kino, Sonora.  Ahí estaba.  Erigida como detenida en el tiempo, su imagen inerme, en medio de ese mismo espacio que antes fue escena del crimen; escena inmediatamente manipulada, posteriormente reconstruida.  Ya ni lamentarse es bueno.  Los perros ladran y corren de una esquina a la otra.  La tragedia del olvido empaña los ecos del recuerdo, el dolor por el agravio, la indignación por las promesas despojadas.  Hoy, han pasado ya diecisiete primaveras. 

Detesto escribir en primera persona. Esta vez no tengo opción.  La historia la conocemos todos. El tronido del plomazo que reventó contra la cabeza de Luis Donaldo y la segunda detonación que impactó su abdomen se camuflaron momentáneamente entre el bullicio de la multitud y el mayúsculo volumen de una cumbia que hasta este día me eriza la piel en desazón.  Era ‘La Culebra’.  Cómo olvidarlo.  Fue el 23 de marzo de 1994.
 
Horas después, Jacobo Zabludovsky difundía la noticia en el informativo nacional de Televisa y al resto del mundo a través del hoy inexistente sistema internacional de noticias ECO.  Octavio Paz fue el primero que habló de un magnicidio y llamó a la unidad nacional en pro de la paz y el respeto al derecho ajeno.   El país, conmocionado, incrédulo.

Nos ordenaron volar de regreso a la Ciudad de México y concentrarnos en el comité de campaña nacional.  Los aeropuertos y hangares estaban custodiados por fuerzas especiales que empuñaban armas de alto poder, perros entrenados para olfatear explosivos. Lo mismo sucedía en la sede de la campaña presidencial.  El arribo me pareció eterno y antes de darnos acceso al edificio en Insurgentes Sur, gafete en mano, con detectores de metal, nos revisaron hasta las muelas.   

Al interior, murmullos, sollozos y nerviosismo. Todo era confusión. Se ordenó ‘de arriba’ la destrucción inmediata de cientos de archivos.  Con asombro vi como centenas de documentos logísticos e información recopilada en los primeros meses del año y la primera etapa de la campaña, eran echados sin distingo a las trituradoras de papel.  Era obvio que hacer preguntas sería una imprudencia.  Poco astuto y arriesgado.  Todos los monitores encendidos. Y ahí nos quedamos, concentrados, sin comer, sin dormir.  Estábamos emocionalmente devastados. Pasaron horas, no sé cuantas.  Unas 72, creo.  Esperábamos instrucciones del Estado Mayor Presidencial, de Los Pinos.

En ese momento la rabia colectiva iba contra Carlos Salinas –por exponer casi estratégicamente a Colosio a las feroces pugnas internas del PRI y a las externas también. Desprotegerlo de tal manera -, contra  Manuel Camacho Solís –el presidenciable resentido que se había quedado sin la candidatura e  hizo lo imposible por desestabilizar la campaña-, contra el Comandante Marcos –por acaparar el protagonismo del momento y tensar el clima nacional-, contra José Córdoba Montoya –por sus presiones para que Colosio renunciara luego del discurso del 6 de marzo con el que rompió con el salinismo- y por supuesto, contra Ernesto Zedillo, quien se erigía como el ‘ganón’ oportunista al ser el coordinador de la campaña y natural sucesor a la candidatura.   Al menos, esa era la percepción pública.

Mientras tanto, entre esos mismos nombres -corrían versiones-, se encontraba el autor intelectual de la conspiración, del atentado.  También se manejaba una presunta colusión con el narcotráfico.   En particular, con el cártel de los hermanos García Abrego, en ese momento, la organización que mayor cantidad de cocaína colombiana introducía a los Estados Unidos y a la cual, Colosio le había rechazado una invitación para reunirse en una comida, dos días antes del crimen.  Nombres de narco políticos presuntamente vinculados de una u otra forma al propio Salinas circularon ampliamente en la prensa internacional, incluyendo The Washington Post.  Todo era posible y todos, sospechosos. 

A 17 años de distancia, el reacomodo de las emergentes oligarquías políticas evidencia que ni son independientes ni mucho menos nuevas. Responden todas a la misma hegemonía ancestral surgida del PRI, ahora encabezada por ex miembros de ese mismo partido. 

Piruetas más piruetas menos, lo que se pretende es la salinización del proyecto de izquierda que nunca fue tal, y a través del PRD, Camacho Solís hace su intentona de regreso junto con otro ex priista, el también salinista Marcelo Ebrard, quien pugnas y egos aparte, le hace segunda con la absurda propuesta de alianzas con el PAN, en un conato de estrategia para echar andar proyectos de gobierno anteriormente frustrados y así figurar en el espectro nacional.

El periodista Carlos Ramírez, lo explicaba elocuentemente en su columna Indicador Político.

En el fondo quedaría la parte más importante de la alianza PAN-PRD: la propuesta programática de gobierno. Y ahí prevalece la argumentación política e ideológica de Camacho a favor y en defensa del proyecto salinista durante el gobierno de Carlos Salinas: una modernización autoritaria, mercantilista, de rescate del modelo empresarial corporativo, todo de la mano de una estrategia asistencialista de presupuestos sociales no transformadores y si de profundo control social”.

Y ese era exactamente el modelo de control social ‘no transformador’ del que Luis Donaldo Colosio pretendía y había prometido separarse. Carlos Ramírez luego continúa:

La disputa por el PRD ha cruzado ya el punto de no retorno. Sin Cárdenas ni López Obrador, el partido tendrá un nuevo quiebre político hacia la derecha. Al final, los gobiernos aliancistas se inclinaron más al PAN que al PRD. Lo peor de todo es que el país se quedará sin un partido realmente de izquierda, aunque Ebrard y Camacho digan --horror-- que son de izquierda. La coalición con el PAN será de derecha-derecha”.

Pero si en efecto, lo que Ebrard pretende es taparle el camino al PRI, y si lo que Camacho busca es una ‘venganza’ contra ese partido, al final de cuentas da lo mismo, pues lo trascendente es que ambos están determinados a aplicar el bien aprendido modelo neoliberal salinista.  Un ‘branding’ diferente, pero el mismo producto.  Mientras, los priistas capitalizan el ‘momentum’ de preferencia electoral adverso al PAN debido al descontento y hartazgo por la lucha violenta encabezada por el presidente Calderón, y prevén un triunfo de ‘su gallo’ (que a saber del vulgo, es también el de Salinas) en la elección presidencial de 2012.  En otras palabras, los hilos siguen siendo movidos por los mismos actores políticos.  La misma oligarquía.  
      
Por lo mismo, la posibilidad de la continuidad salinista sigue latente y a casi dos décadas del impune asesinato de Luis Donaldo Colosio, su determinación y sus palabras –que le habrían costado la vida- son tan vigentes como en aquella primavera de 1994. 

“Yo veo un México con hambre y sed de justicia” decía en su discurso de ruptura con el salinismo. “El cambio con rumbo y con responsabilidad, no puede esperar”.

El historiador Enrique Krauze preguntó alguna vez: ¿quién mató a Luis Donaldo Colosio: el odio de la ambición o del desinterés?  ¿Fue víctima de una conspiración tramada por el presidente Salinas?  La respuesta tal vez recaiga en uno, o en muchos, y seguramente, como siempre hemos intuido, nunca se sabrá con certeza.

Ni mártir, ni héroe, simplemente un hombre que intentó terminar con la pretendida continuidad transexenal, reformar al Estado, terminar con la “soberbia” del centro (federalismo) y la corrupción, a costo de su vida.  Diecisiete años y 35 mil muertos después, toca a los mexicanos retomar el timón y propiciar ese cambio con rumbo y con responsabilidad del que hablaba Colosio.  Nadie ha dicho que será fácil.