Unas 200 personas del movimiento Occupy se manifestaron a un lado de la Alcaldía de Pasadena, después del Desfile de las Rosas. El rally duró tres horas. Foto de Aurelia Fierros. |
The Aurelia Fierros' Report │Pasadena, California.- Luego de ser abucheados por unos y vitoreados por otros, unos 200 de los más de 4,000 miembros del movimiento Occupy que participaron en el Desfile de las Rosas, ‘ocuparon’ la Alcaldía de Pasadena por espacio de tres horas.
“Estoy aquí porque llegó la hora de levantar la voz de
protesta contra un sistema tan injusto como el que nos ha tocado vivir en los
últimos años… tiene un significado especial porque de alguna forma el desfile
de las rosas acapara la atención mediática del mundo y se aparenta nada más una
realidad cosmética; y el hecho de traer la marcha [del movimiento Occupy al
desfile] es un acto simbólico para mostrar la otra cara de la gente que está
desempleada, de las gentes que han perdido sus casas, de la gente que de una
forma u otra, ha golpeado la crisis económica,” dijo a AOL Latino José García,
miembro de Occupy Ontario.
El contingente, que utilizó como símbolo un pulpo hecho
de plástico reciclado, se formó hasta el final de los carruajes oficiales y siguió
el trayecto tradicional sobre el internacionalmente conocido Boulevard
Colorado, casi tan afamado como la calle que lleva el nombre de la industria
contra la cual lanzaron su cruzada: Wall Street.
Según García, el objetivo al participar en el Desfile de
las Rosas se cumplió pese a no contar con un permiso oficial, ya que aprovecharon
el foro que alcanza a millones de espectadores y que este año se convirtió en plataforma para enviar un mensaje de protesta
contra la desigualdad y en demanda de un
cambio al sistema político y económico actual.
“Estoy aquí, porque este es un año nuevo y este año
queremos que sea diferente de todos los años previos, queremos que sea un año
de justicia, de paz, de democracia y para el bienestar de todos y todas”, dijo
Benjamín Wood, un latino de Occupy Riverside, quien igualmente se unió al
desfile y explicó el cartel que llevaba consigo como una representación de la
discriminación que enfrenta la gente de la clase más desprotegida.
En su pancarta se podía leer “somos el 99 por ciento”,
por encima de la imagen de un campesino. Lo describió así:
“Aquí dice que somos el 99 % y trae la imagen de un
obrero tal vez mexicano, tal vez jornalero, y abajo dice: ‘me echan la culpa
por la crisis económica; ¿y los bancos de Wall Street, qué?’ –explica- casi
siempre cuando hay una caída económica, se le echa la culpa al inmigrante, al
forastero, al más pobre, al más oprimido, cuando sabemos que la culpa la tienen
los que tienen dinero, los privilegiados, los bancos, y es una declaración [el
cartel] en contra del racismo… Mi punto de ver, es que el 1 por ciento, los banqueros,
los señores de Wall Street, tienen una sobre-concentración de riqueza, y a
través de esa riqueza, también concentran el poder en sus manos, y cuando ellos
tienen ese poder, quiere decir, que nos quitan el poder a nosotros, al pueblo,
a los humildes, a los de abajo. Y la única forma que tenemos de resistir, es
organizándonos, formar un poder colectivo entre todo el pueblo, para poder
siquiera equilibrar un poco ese poder”.
Un joven con la cara cubierta por unas gafas y un pañuelo
con la leyenda “99%”, quien solo se identificó como “Ángel”, aseguró haber sido
parte del campamento de Occupy LA en los jardines de esa alcaldía, por espacio
de dos meses. Dijo tener una lista concreta de demandas.
“Estoy aquí, para apoyar el movimiento de Occupy LA. Estamos
exigiendo más trabajos; menos policías y más escuelas, menos casas quitadas
[sic] a la gente pobre y mayor accesibilidad para rentar casa”.
Ángel agregó que aunque algunas personas mostraron su
descontento por la presencia de los ‘ocupantes’ [en el desfile] con abucheos,
“la mayoría de la gente nos apoyó”, ya que su participación dijo, fue pacífica.
Para el vocero de Occupy the Rose Parade [Ocupemos el
Desfile de las Rosas], Pete Thottam, el mensaje enviado fue “queremos recuperar
nuestro gobierno, queremos recuperar nuestra Constitución”.
Thottam, quien es
egresado de la Escuela de Leyes de Yale, y de la Maestría en Administración de
Empresas en la Escuela Anderson de UCLA, asegura que desde 2008 no ha
encontrado trabajo, e insistió frente a los asistentes en la frase que se
convertido en un credo para el movimiento: “la codicia corporativa” y la
suciedad de la política, “están destruyendo a la clase media”.
También frente a la multitud, la activista opositora a la
política bélica de los Estados Unidos, Cindy Sheehan, cuyo hijo murió en misión
militar en Irak, dijo:
“Estoy sosteniendo la foto de mi hijo, y nunca debemos
olvidar a las víctimas del 1 por ciento, las víctimas de la clase de
‘plástico’… ¿saben por qué mi hijo se enlistó en el ejército? Porque quería ir
a la universidad. Quería obtener créditos [académicos] para la universidad.
¿Qué clase de opción basura es esa? Nuestros
pobres hijos, que no quieren ser una carga para su familia y se enlistan en el
ejercito, para matar o resultar muertos por [a cambio de] una educación
universitaria… Yo no he pagado mis impuestos desde que mataron a mi hijo; yo
rechazo ser patrocinadora de sus crímenes contra la humanidad”.
Durante la protesta en el costado oeste del Ayuntamiento
de Pasadena, también se realizó una parodia musical de los “Billionaires”
(Multimillonarios), en una sátira política contra la industria financiera del
país.
El movimiento Occupy Los Angeles se unirá al movimiento
nacional para protestar a través de Occupy DC en una serie de actividades
planeadas del 10 al 17 de enero, las que culminarán en Washington el último día
de esa semana con Occupy Congress [Ocupemos el Congreso], donde insistirán en
las demandas del grupo.